hay un incendio en el centro de
tu nombre.
en el centro de tu nombre que
digo, a viva voz, con todos mis nervios.
hay una luz y un aleteo en tu
nombre que nombro; porque cada vez que digo tu nombre la noche cesa y cede a
otra noche distinta.
la noche que es mi noche y la de
este país devorado por las bestias y estúpidas gaviotas.
nuestro oscuro país oscureciendo.
por eso hoy digo tu nombre y
tiemblo: Benjamín, Saúl, Marcial.
Abelardo, Cutberto, César, Dorian,
Emiliano, Bernardo, Carlos Iván.
te nombro, te siento y siento en
mí los latidos tuyos, de ti.
siento aquí la rabia, el dolor
que me obliga a no callar, a decir tu nombre una vez más: Magdaleno, Luis
Ángel, José Eduardo, Abel, Adán, José Antonio, Leonel, Martín, Mauricio.
digo tu nombre que es como decir
sangre, rasgadura, astilla sembrada en el ombligo de mi pueblo.
digo pueblo y es como decirte a
ti, porque sé tu nombre y te nombro para nombrar este pueblo tuyo, mío,
nuestro.
digo tú y es decir todos: Atenco,
Aguas Blancas, San Fernando, Ciudad Juárez, Guardería ABC, Acteal, 68.
todos: amas de casa, estudiantes,
jornaleros, borrachos, obreros, burócratas, vecinos, perros.de.azotea, maestros,
poetas de los peces y de las lagartijas, astronautas, niños.de.la.calle.
todos nosotros juntos entorno al
fuego de tu nombre, alumbrados por tu nombre que es mantra, estela de avión en
el cielo de esta tierra donde te enterraron pero germinaste: semilla.
digo tu nombre y digo semilla.
y sigo: digo Christian,
Jhosivani, Martín.
digo José y José y José y José.
Campos, Navarrete, Bartolo, Luna.
digo tu nombre y tiemblo.
digo tu nombre y retiembla en sus
centros esta mi.tu.nuestra.tierra donde te enterraron pero germinaste. semilla.
digo semilla al nombrarte.
digo semilla y te nombro. porque
no hacerlo es morir, con los ojos abiertos pero morir,
respirando pero morir,
morir.me
morir.nos
morir.te
y no te quiero muerto sino vivo,
como el fuego de tu nombre, como el alma de esta ciudad que tiembla hoy cuando todos
decimos tu nombre: Ayotzinapa.
porque hoy decir Ayotzinapa es
decirlo todo.
que se larguen todos. que nos
dejen aquí, en esta lumbre, en esta tierra donde te enterraron pero floreciste:
semilla.
digo Ayotzinapa y es como
cambiarle el nombre al mundo.
a cada cosa del mundo.
digo Ayotzinapa y digo Alexander,
Antonio, Tomas, Everardo, Felipe, Giovanni, Jesús, Jorge Luis y Jorge Luis.
digo tu nombre y digo Lorenzo, Christian,
Israel e Israel, Caballero y Jacinto; digo Jonas y Jorge Álvarez y Jorge Aníbal
y Julio y Luis Ángel y Marco Antonio y Miguel Ángel Hernández y Miguel Ángel
Mendoza.
digo Ayotzinapa y algo se
incendia.
cerca.
aquí.
en mí pecho de tierra donde te
enterraron pero floreciste: semilla.
Edson Lechuga
DF nov 2014.
2 comentarios:
me gusta mucho
este poema se enterró en mi corazón, como una semilla
Publicar un comentario