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febrero 28, 2014

Los burócratas

Los burócratas nadan en un mar de aburrimiento tempestuoso.
Desde el horror de sus bostezos son los primeros asesinos de la ternura,
terminan por enfermarse del hígado y mueren aferrados a los teléfonos
con los ojos amarillos fijos en el reloj.

Los burócratas tienen linda letra y se compran corbatas,
sufren síncopes al comprobar que sus hijas se masturban,
deben al sastre, acaparan los bares, leen el Reader Digest y los poemas de amor de Neruda,
asisten a la ópera italiana, se persignan,
firman los pliegos nítidos del anticomunismo,
los hunde el adulterio, se suicidan sin arrogancia,
tienen fe en el deporte

y se avergüenzan
se avergüenzan a mares
de que su padre sea un carpintero

Roque Dalton