La conocí unas semanas atrás pero a veces siento que la conozco desde hace años [pisando el asfalto de otras calles, sintiendo la sombra de otros árboles]. Llegó de noche, sola, jalando una maleta, con una cámara fotográfica colgando al cuello y cargando un gato. Supe su nombre inmediatamente después de verla:
―Soy Silvana ―dijo―, vengo a ver la habitación que alquilas.
1 comentario:
Mucho bonito, carnal, mucho bueno.
Publicar un comentario