tú y yo tenemos restos indios en la sangre
rasgos de tierra en las venas
rastros aztecas en la piel
tú y yo mujer.que.ve
estamos atados al ombligo de la misma luna
no hay tiempo entre nosotros
no hay mar
no hay dunas
ni cal en los párpados bastardos de nuestras lejanías
ni lenguajes extraños como telarañas enredadas en la lengua
ni trasatlánticos navegantes juicios.judeos
porque tú y yo mujer.que.cree.y.que.crea
estamos unidos al mismo humo
a la misma siembra
a la misma cuna
en nuestros labios late la misma selva
el mismo cactus
en nuestros dedos hierven los mismos vicios
en nuestras uñas laten las mismas muertes
y tenemos en nuestras manos la misma cicatriz de los años.
prefiero la duda a la certeza, lo sutil a lo concreto, la posibilidad al hecho, el mito a la leyenda, la lluvia de otoño al sol de verano, el pecado a la pureza, las cosas pequeñas a las grandes, las diablas a los dioses, la izquierda a la derecha y la literatura a la realidad. viví en barcelona más de una década y ahí aprendí a ser uno de esos otros∙muchos que me habitan∙todos. sé ahora que escribir es escribir∙me y que todo texto es mejor que su autor.
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1 comentario:
Me parece que este es uno de los que mas me gustan de tus poemas... aunque no me he leído todos. Un abrazo grande y cuidese!
Lía
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